Édgar Perea, el mejor narrador colombiano de todos los tiempos.
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¡Junior campeón!: un grito a la medida de la voz de Édgar Perea

El legendario narrador llevó las alegrías de los campeonatos a los aficionados.

El mejor testimonio de los títulos de Junior a través de las épocas quedó en las grabaciones de los campeonatos y narrados por Édgar Perea, quien tuvo el honor de llevar desde el primer campeonato los triunfos del equipo amado.

La fría noche capitalina del 14 de diciembre de 1977, Édgar Perea conmocionó a Barranquilla mientras a través de las ondas hertzianas describía con desbordada emoción cómo Junior “masacraba” a Santa Fe.

“Caballero, yo nunca he visto jugar este equipo así. Están ganando, pero juegan como si estuvieran perdiendo”, reseñaba Perea mientras la delantera del equipo demolía al cuadro ‘Cardenal’ en su propia casa: “árbitro para el partido, que están masacrando al Santa Fe”, expresaba.

Tras cada gol, Perea subía el tono de su relato. Cada vez más sobre cogedor de una afición que probaba por primera vez las mieles de un título. “Así juegan los campeones de Colombia, así ganan los campeones de Colombia”.

Tres años después, Perea emocionó a los aficionando narrando desde el Pascual Guerrero de Cali como la escuadra barranquillera se reponía de un 2-0 en contra para lograr empatar con un gol de Gabriel Berdugo.

 

 

“Miren esas caras lánguidas”, comenzó a describir Perea de una asustada afición caleña que veía a un Junior que les iba encima en procura del empate. “Si la emboca Tutino”, vaticinó antes de que un disparo potente del argentino rebotara en las manos del portero y el ‘Capi’ Berdugo la pusiera en las redes.

Allí nació una frase simbólica, cargada de enjundia y que hacía sentir invencibles a los ‘Tiburones’: “a Junior tienes que matarlo para ganarle, a nosotros nos tienes que matar para ganarnos”, ajustó Perea.

Trece años después nuevamente la voz estruendosa del ‘Campeón’ cantó a todo pulmón un título de la escuadra rojiblanca, en esa ocasión a dos voces con su hijo Édgar Perea Agudelo.

 

Un duelo vibrante,  de ida y vuelta y que a falta de un par de minutos para el final, estuviera empatado 2-2, Perea describió brillantemente uno de las jugadas más legendarias no sólo de Junior, sino del fútbol nacional.

Un rechazo de tiro de esquina, un pase de Iván René Valenciano y la emoción creciente mientras se confeccionaba un gol histórico con la frase “Pacheco a la carga, Pacheco a la carga”, al final un tiro de Oswaldo Mackenzie para sellar el 3-2 y el título de un equipo liderado por Carlos Valderrama.

Sin embargo, nadie podrá olvidar otra tarde de diciembre, en 2004, cuando en el mismísimo Atanasio Girardot, Junior despojaba del título a Nacional en el minuto final y se traía la quinta estrella a Barranquilla por la tanda de los tiros penales.  

 

 

“Del infierno a la gloria”, apostilló Perea antes del último disparo de Martín Arzuaga, “vamos vallenato” alentó el narrador que al ver la bola en la red estalló en un desbordado “Junior campeón, Junior campeón, Junior campeón”.

Perea sin duda es y será la voz de la pasión y el sentimiento rojiblanco. Un sonido único en cada gol que se fundió eternamente en los recuerdos de los hinchas. 

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